

El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de prevenir enfermedades intestinales y respiratorias, que son responsables de muchas muertes infantiles en todo el mundo.
Las manos están en contacto con innumerable cantidad de objetos y personas, y también con gérmenes que pueden ser perjudiciales para la salud. Cuando una persona no se lava las manos con jabón pueden transmitir bacterias, virus y parásitos ya sea por contacto directo (tocando a otra persona) o indirectamente (mediante superficies).
Por eso, es importante lavarse las manos:
- Antes y después de manipular alimentos y/o amamantar.
- Antes de comer o beber, y después de manipular basura o desperdicios.
- Después de tocar alimentos crudos y antes de tocar alimentos cocidos.
- Después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar, frotarse los ojos…
- Luego de haber tocado objetos “sucios”, como dinero, llaves, picaportes, etc.
- Cuando se llega a la casa de la calle, el trabajo, la escuela y durante la jornada laboral o escolar.
- Antes y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas.
- Después de haber estado en contacto con animales.
¿Para qué sirve lavarse las manos?
Los variados agentes infecciosos que pueden producir diarrea se transmiten habitualmente por la vía fecal-oral, es decir por la ingesta de agua o alimentos contaminados y también por la contaminación directa de las manos. El lavado de manos con jabón interrumpe el ciclo de esta contaminación.
Las infecciones respiratorias agudas, como la gripe o la neumonía, pueden evitarse con el lavado frecuente de manos. También los parásitos intestinales e algunas infecciones en la piel y los ojos. Existen varios estudios científicos que hablan sobre este tema y concluyen que:
- Sólo el 70% de las personas se lavan las manos y sólo el 30% de las personas realmente utiliza jabón.
- El 91% de las personas se lavan las manos después de utilizar un baño público, pero esta cifra disminuye al utilizar en baño de casa, solo lo hacen el 83% (Los gérmenes son iguales en todos los sitios e igual de perjudiciales).
- Solamente el 32% de las personas se lavaba las manos después de toser o estornuda (o sea, de nada sirve taparse la boca con la mano al toser para proteger a la gente que nos rodea)
- Solamente el 21% se lava las manos después de manipular dinero.
- Solamente el 42% se lava las manos después de acariciar a un perro o un gato.
- Las bacterias crecen y duplican su número en nuestras manos en menos de 20 minutos.
La siguiente imagen muestra las partes que se suelen olvidar cuando NO se adopta una técnica correcta para el lavado de manos: