En los últimos días la industria cárnica mundial se ha visto revolucionada tras las publicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que relacionan la aparición de cáncer de colon con el consumo de carnes rojas procesadas. Todavía no existen, o no han salido a la luz, ensayos científicos para analizar y determinar el riesgo existente que avalen estas afirmaciones.
Según el doctor Kurt Straif, jefe del Programa de Monografías del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), “para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”.
En el artículo titulado “El estudio prospectivo europeo sobre cáncer y nutrición” (Revista Española de Salud Pública), se dice que el cáncer es una enfermedad en gran parte prevenible. Si se exceptúa el tabaco, que es la principal causa de cáncer, se considera que entre el 29,3 y el 40, 6 % de la incidencia de cáncer podría ser prevenible con medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física. Así pues, consumir un paquete diario de tabaco supone ser 15 veces más propenso a padecer un cáncer (dice el químico Luis Jiménez, autor de “Lo que dice la ciencia para adelgazar”). Alguien que consuma un paquete diario aumenta sus posibilidades de desarrollar el tumor, siendo 15 veces más propenso a ello que los que no fuman, según la CDC (Centro para el control y la prevención de las enfermedades de los Estados Unidos).
Si quisiéramos equiparar el consumo de beicon al mismo nivel, es decir, la probabilidad de desarrollar un cáncer frente a una persona que no ingiera ningún tipo de carnes (sería como tener 15 veces más opciones que él de desarrollar cáncer colorrectal), tendría que comer en un mismo día unos 4 kilogramos de beicon durante un tiempo prolongado, algo que, a diferencia del consumo de tabaco, es muy improbable que suceda. Por lo tanto, aunque el riesgo exista, resulta bastante más bajo que aquel que existe tras el consumo de otras sustancias o la exposición a ciertos factores. Y lo más importante, en el equilibrio del consumo está la virtud.
Marta Álvarez Mateos
Técnico de Calidad Embutidos Rodríguez