

Cada vez que pensamos en carnes magras o bajas en grasas, lo primero que se nos viene a la mente es el pavo, el pescado y el pollo. En general, dejamos de lado las carnes rojas, en especial la de cerdo, ya que se tiende a pensar que tiene un alto contenido en grasa, colesterol y que es un alimento nocivo para la salud, pero en realidad, es justo al contrario.
Estudios han demostrado que es una de las carnes con el contenido de grasa más bajo, siempre que se elija el corte adecuado y haya un desgrasado correcto.
Recientes investigaciones afirman que esta carne debería formar parte de la alimentación habitual de la población a cualquier edad debido a que es muy magra, la mayoría de grasas presentes son insaturadas (acido oleico y omega 3), es rica en proteínas de alto valor biológico, potasio, hierro, selenio y vitaminas del grupo B.
Desde el punto de vista nutricional, es una de las más completas y además “contiene un 30% menos de grasa, un 15% menos de calorías y hasta un 10% menos de colesterol, todo ello gracias a los cuidados nutricionales del animal durante su vida.”
Como se ha comentado anteriormente, para disfrutar de la carne de cerdo de la forma más saludable, hay que escoger las partes que menos grasa tiene como es el caso de el solomillo (5 g de grasa/ 100 g) y la cinta de lomo (8,8 g de grasa/ 100 g).
¿Aún no te crees que sea una de las carnes más saludables y con menos grasa? Mira esta tabla comparativa:
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